"Viste como se dejó engordar".
"¡Ay, estás súper flaca!".
"Estás más linda, como más repuestica".
"Tienes el cuerpo hermoso, ¿estás haciendo ejercicio?".
"Ese vestido te hace ver súper delgada".
"¡Estás más nalgona!".
Ni positivo, ni negativo, los cuerpos no son tema de conversación!
Hacer este tipo de comentarios solo perpetúa la glorificación de “la belleza” y la mercantilización del cuerpo.
Aún cuando tus palabras no quieren ser negativas, también incrementan el deseo de querer cumplir con el prototipo de belleza socialmente aceptado que estamos luchando para que no se siga imponiendo.
Poner nuestra atención en el ser y no en el físico de otres, también nos ayuda a dirigir esa atención hacia nuestros cuerpos desde el amor y el respeto a la diferencia, y no desde la comparación.
Todas tenemos espejo en la casa y no necesitamos que nos impongas tus estándares sociales.
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